viernes, 26 de enero de 2007

NOTA

Queridos lectores y amigos.
He traspasado los artículos que hasta este momento están publicados en la pag web (http://interiorshui.bitacoras.com) del blog vinculado a mi pag web www.interiorshui.com debido a las pocas posibilidades que tenía en el diseño de plantillas y porque siempre surgen problemas para acceder y cargar la página.
Hasta que consiga vincular mi web a esta dirección http://interiorshui-tsa.blogspot.com seguiré publicando en los dos blogs pero os enviaré el aviso para entrar en esta,pués me permite subir fotos y otras acciones.
Espero os guste más.

jueves, 25 de enero de 2007

EXPERIMENTANDO OTRA PERCEPCIÓN ESPACIAL


Tal vez sea la palabra "armonía" la que mejor defina un estado de equilibrio en el ambiente.
Vivimos en una sociedad en la que buscamos un "estado de bien estar".
Cuidamos nuestra salud, nuestra alimentación, nuestro físico...y la mayoría de las veces no cuidamos el habitáculo donde vivimos, trabajamos, descansamos...espacios donde pasamos más de la mitad de nuestra vida, donde ejercemos funciones que requieren nuestra concentración, nuestro rendimiento, nuestra relajación.A veces ni siquiera percibimos que algo molesta a cualquiera de nuestros sentidos: a la vista, al olfato, al tacto o incluso más allá de nuestros sentidos: a nuestro subsconsciente. Estamos tan ensimismados en lo aparente que no conectamos con nuestro interior que nos advierte que "algo" en nuestro entorno, sea doméstico o laboral, nos está perjudicando de una manera u otra y afecta a nuestra salud física, mental y anímica. Si por un momento nos relajáramos,abrièramos nuestros sentidos con total generosidad y conectáramos con nuestra intuición haciendo un recorrido por el entorno del espacio en que nos encontramos en ese momento, se nos abrírian los ojos al igual que la consciencia, y seríamos capaces de percibir elementos y sensaciones que antes jamás hubieramos podido pensar que estuvieran ahí.
Esa es mi manera de entender el Espacio Interior cuando me enfrento a él para modelarlo,transformarlo, organizarlo o funcionalizarlo.Como si de una antena se tratara conecto mis instintos sumados a la experiencia que me aportan los años de profesión.Necesito saber, o sentir, además, como es capaz de percibir la persona para quien Diseño, para poder hacer del espacio esa transformación.
De ahí que siempre haya estado buscando nuevas maneras de concebir el interiorismo para que estuviera acorde con la persona y el entorno.
En mi inquieta manera de aprender, no sé cómo, me topé con el Feng Shuí, hace ya más de 9 años y no dejo de aprender de su filosofíaque me ha llevado a ponerme a estudiar chino para intentar entender más aún.
Si apartamos las distintas formas de concebir una filosofía de vida,las costumbres y supersticiones propias de este Arte milenario de la Ubicación, nos encontramos con lo que unos renglones más arriba mencionaba,con la intuición de las sensaciones, el sentido común y lo que de inmediato no estamos acostumbrados a detectar.Os propongo que en un momento determinado en que podais dedicarle unos minutos con tranquilidad, en el espacio en que os encontreis, pongais en alerta todos esos sentidos, solo captar no intenteis analizar,sed conscientes de lo que "percibis",os aseguro que de repente ese espacio se convertirá en otro que no habías "visto", que no habíais sentido.Experimentar qué os produce cada cosa qué hay,los objetos, la luz, el color,las personas, el olor,las texturas...seguramente, es posible que si pudierais, saldríais corriendo, pero dejando a un lado esta exageración, es muy problabe que suprimierais alguna cosa, o la cambiarais,pués la mayoría de las veces convivimos con objetos que nos desagradan o nos traen recuerdos negativos, y que simplemente los tenemos ahí, por desidia,cortesía,o"adorno"He querido introducir de esta manera esta página de "actualidad" ,en la que voy a transmitiros mi experiencia profesional,consejos y sugerencias,para que entendais cómo proyecto mi trabajo y que es una manera sencilla de convertirlo en una filosofía de vida como otra cualquiera.
Este blog estará abierto a todas las propuestas y preguntas.Os invito a que pongais en letras vuestra experiencia con la propuesta que os he hecho y confio que sigais visitándome.
Que fluya un buen "CHI"en vuestro entorno.

EL COLOR EN LA NAVIDAD- a Carlos por las experiencias compartidas y por confiar en mi criterio

La Navidad como todos sabemos es una fiesta cristiana. El día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345. Será en tiempos de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno cuándo se proclama el 25 de Diciembre.
De esta manera la Iglesia reconvierte la primitiva fiesta pagana de la celebración del solsticio de invierno y llegada de la primavera en una fiesta religiosa.
En la Edad Media se incorporan los Villancicos y el Nacimiento. Tras un largo periodo de prohibición los rituales desaparecieron hasta la época Victoriana y por tanto no será hasta el siglo XIX, cuando se incorpore el árbol de navidad, perteneciente a las zonas germanas, tradición que se extiende por toda Europa.
Las tarjetas de Navidad no se comienzan a utilizar hasta 1870, siendo en Londres en 1846 la primera que se imprima.
Aunque la leyenda de San Nicolás sea antigüa (procedente del medievo), Sta Claus con el trineo y los juguetes es una invención estadounidense (como tantas otras).
Nosotros, compartimos nuestras tradiciones autóctonas con las que adoptamos de otros lugares, de otras tradiciones y engalanamos las casas, para recibir a nuestras familias y amigos; los comercios, para atraer a nuestras compras y el exceso que hacemos; las calles…todo luce con un gran derroche de iluminación, de color, de adornos expresamente diseñados para estas fiestas, incluso el sonido nos invade con el continuo(a veces machaqueo) cantar de los villancicos. Todo se prepara para la Navidad.
Vivimos en un mundo multicolor, y el color afecta a nuestras vidas en algo más que la percepción visual, ya que actúa de inmediato en nuestra psique creando sensaciones que acto seguido se derivan a nuestra experiencia.
Si hablamos sobre el color de la Navidad inmediatamente recurrimos al blanco como símbolo de nieve, invierno, frío, pero más allá de lo tangible representa el color del bien y de la perfección, de lo femenino, del comienzo.
El rojo es el color de la alegría que combinado con el oro y el verde simboliza el amor, la salud y el dinero, es la combinación de la felicidad. San Nicolás y Santa Claus visten de rojo no por casualidad. En China el rojo es más que un color, es una “idea” que se identifica con la felicidad.
El verde es el color de la naturaleza y lo natural, de la vida, la salud, de la esperanza, de la fertilidad (alude a nuevos propósitos, a la renovación…).
Además incorporamos notas de oro y plata, (metales nobles), para dar un carácter de opulencia y de valor, que combinan perfectamente con los colores antes descritos.
El oro es más que un color, representa la belleza y la felicidad, por si mismo y, como he dicho antes, combinando con el rojo, representa el lujo y la riqueza pero también representa la fidelidad, la amistad, la honradez y la confianza. Pero aún se puede llegar más lejos, pues simboliza la luz supraterrenal dentro de la expresión de la pintura medieval. Representa la grandiosidad y el poder, y es el atributo del bien y de lo bueno.
El color plata se vincula a la noche y sus fuerzas mágicas. Es el color de la discreción, que forma parte de la elegancia. Es un color invernal, frío, introvertido y se mantiene distante. Representa el concepto de “lo moderno”.
Estos, podríamos decir que son los colores por excelencia de la Navidad
En la necesidad consumista de crear nuevas tendencias, de romper con lo clásico lindando con las modas vanguardistas, en un intento de originalidad que deja al margen todo color que nos puede suscitar la idea tradicional de la Navidad, pude ver este pasado verano en Londres, la inauguración de la “Navidad”(el día 7 de agosto, para ser exactos) en unos grandes almacenes que conforman todo un emporio, (bien conocido por todo el que ha estado al menos una vez en esta gran ciudad),- atento a las últimas modas, incluso a marcarlas-, una novedad realmente chocante, que fue poder observar que una de las propuestas para esta navidad se había convertido en lo que se denomina la ausencia del color, el no color, el espectro, el uso del "negro",si si del negro. Impactante a la vista, atractiva en un primer impulso, y extraña cuándo se analiza.
El negro se vestía en bolas navideñas de gran tamaño, árboles completos, guirnaldas...a veces en contraste con el blanco o el dorado o el plata,
lo que me ha llevado a reflexionar sobre esta chocante propuesta desde distintos puntos de vista :
Desde el sentido estricto de la Navidad: lo hogareño, lo bucólico, lo cercano, lo bondadoso, en general toda idea romántica que nos han intentado una y otra vez de convencer, y que llevamos en nuestra herencia, el negro, no tiene cabida, por supuesto.
Pero si analizamos la sociedad en que vivimos, en que cada vez más cada uno va a lo suyo y dónde la apariencia es lo que prima, el negro rescata, o le da cabida a un sector que carece de sentimentalismos y el pragmatismo, unido al distanciamiento evoca la fiesta tradicional en otra dimensión. Entonces, el "color" negro, carente de sensaciones dulces o cercanas, se impone debido a que cada vez más vamos soltando lastre de creencias y supersticiones casi ancestrales que hemos heredado y cuanto más libres se sienten de ellas las nuevas generaciones va imponiéndose como el color de lo radical, de lo novedoso, sin pudor.
El negro descargado de connotaciones históricas, se convierte en el color más objetivo, el favorito de diseñadores, el color de la moda mundial. Es el color de la elegancia, porque precisamente por la ausencia de cromatismo luce por si mismo por lo que es, sin más gracia, sin más adorno. En un mundo lleno de color se expresa en un gran contraste con el entorno.
Si lo acompañamos de otros colores, acentúa su fuerza. Desde el punto de vista de lo psicológico combinado a la vez con plata, oro y blanco acentúa la elegancia.; y negro-dorado y rojo: el poder.
En los escaparates expuesto, da un salto a la Noche Buena para invitarnos a la fiesta de la entrada del Nuevo Año, que hay que recibir con las mejores galas, preparando la antesala de la fortuna que esperamos recibir.
De una manera u otra seguramente, nos decantaremos para la decoración de nuestros hogares por lo conocido, por lo familiar, dejando la innovación a la decoración comercial que cumple un objetivo concreto.
Y siguiendo con la tendencia generalizada os recomiendo, que si queréis darle un carácter elegante a vuestra decoración elijáis uno o dos tonos para decorar el árbol, con objetos concretos y elegidos, sueltos y sin exceso, de esta manera creareis ligereza, y estilo. Y a los que pongáis el tradicional Belén, os podéis permitir el lujo de dar rienda suelta a la creatividad para representar con el mayor realismo todos los elementos que lo constituyen, pero aquí entramos en un terreno a parte, que tiene una tradición muy arraigada en los Países Mediterráneos y que es un verdadero arte.
Que llenéis vuestras casas de color, confort y armonía.
Feliz Navidad.

LAS ENERGIAS SUTILES (A MARÍA)



Estimados amigos y pacientes lectores.
No tenía pensado abordar este segundo artículo de mi blog con este tema precisamente. Pero una conversación la otra noche con un grupo de amigas en dónde intentaba yo explicarle a María en qué consistía eso que el Feng Shuì llama ”Chì” o Energía, pero dijo algo que me suscitaba a darle explicaciones, aunque las altas horas de la madrugada y el que podría ser excesivo entrar en temas tan difíciles de explicar y de entender, me hizo dejarlo para mejor momento, y como me ha hecho reflexionar, lo recopilo en este articulito que espero sea de vuestro agrado.
Retomando la conversación que iniciamos, cuando intentaba explicarle que todo lo que nos rodea emite energía( llamenló Chi, Prana…) y que de alguna manera afecta a nuestra energía personal, y que los edificios atrapaban la suya propia en el momento de su construcción y en cada momento que albergan vida dentro de ellos pues actúan como absorbentes y esto está demostrado de muchísimas maneras que ahora no vienen al caso, (ella me explicaba que en su propia habitación se sentía triste, que le agobiaba) me decía que en eso no creía.
Bien, para María y para todos los que compartís conmigo estas líneas os diré que no consiste en un acto de fe, no es algo en que se crea o se deje de creer, no es una religión, ni una filosofía, es una cuestión de percepción sensitiva casi intuitiva que conecta con nuestro yo interior más profundo sin ver, oir, tocar u oler, De la misma manera que hay personas que son hipersensibles a un olor, sonido o cualquier otra cosa que para otras no lo es, la percepción de la energía que despide un espacio, un objeto, o una persona con la que no hemos cruzado palabra, es una cuestión que va más allá de los sentidos, pero que define y mide nuestra sensibilidad.
Hay personas que oyen una pieza de música y son capaces de llorar o se les pone el vello de punta, porque perciben algo más que notas musicales, les toca los sentimientos, el yo interno, o les motiva cualquier cosa. Cuanto más conscientes somos de lo que percibimos más lo sentimos.
Quien no ha entrado en una habitación o en una casa y sin haber nada desagradable ni aparente, ha sentido la necesidad imperiosa de salir corriendo, o desear dejar ese espacio porque una losa invisible le oprime, y puede ser que unos momentos antes haya podido haber una discusión, tan simple como eso. O en algún momento nos presentan a alguien y al darnos la mano sentimos grima, o tenemos cerca alguna persona o compañero que evitamos a toda costa y no nos ha hecho o dicho nada. Y desde luego cuando estamos con ciertas personas o en ciertos lugares que nos hacen sentirnos bien sin saber por qué o todo lo contrario que nos deja sin fuerzas sin poder evitarlo.
Si fuéramos más despacio en el día a día y nos levantáramos con el propósito de estar pendiente de cosas que no consideramos importantes y nos dejáramos “sentir” descubriríamos que somos capaces de percibir otras cosas para las que no nos han enseñado a reparar,
Aunque a veces se presenta como un don innato, también es posible desarrollarlo, o perderlo si no lo verificamos o lo negamos.
No estamos acostumbrados a dejarnos sentir y a dejarnos inundar de la percepción de nuestro yo interno, no nos lo permitimos,
Pero en mi trabajo se ha convertido en un hábito, me dejo envolver por el espacio, por las cosas que lo componen, por el color, el sonido, el olor, las personas y lo que percibo no son todas esas cosas solamente es algo más, es lo que emite cada elemento.
Qué para qué sirve? Muy fácil, a mi me sirve primero, para seguir conectándome con toda mi intuición y con mi yo interno y segundo con las necesidades de los demás, de las personas, de los espacios y de los ambientes, que es en definitiva el Interiorismo.
El Feng Shui es simplemente una herramienta que me ayuda reflexionar con más detalle teniendo en cuenta las características personales del cliente y de su proyección en el espacio, y tomarme mi tiempo para ello.
A veces esa percepción es simplemente sentido común, otras es observación, otras reflexión, otras intuición ( es importante saber confiar en ella), y la mayoría de las veces todo ello junto.
Pero para no alargarme más, María, a ti y a todos vosotros os invito a abrir vuestros canales de percepción y ampliarlos, se os abrirá una cualidad diferente con la que “sentir” las cosas que parecen inertes, todo tiene vida propia, su “energía”, a través de su forma, su color, su temperatura,,,,y un sinfín de cualidades a veces os repito “casi” imperceptibles.
Que tengais buen Chi.